lunes, 24 de octubre de 2011

 

 LA NIÑEZ Y LA INFANCIA

 

El desarrollo y en general, la vida del ser humano se desenvuelve a través de sucesivas etapas que tienen  características muy especiales e importante. En el desarrollo de las diferentes etapas influyen diversos factores individuales, sociales y culturales; por eso se dice que cada ser humano tiene su propio ritmo de desarrollo.

Niñez temprana (2-5 años)

Esta fase trae un aumento rápido en capacidades intelectuales, especialmente en la complejidad de la lengua. El desarrollo social ocurre como el niño aprende vivir dentro de la familia. Él comienza a identificar con los padres y a adoptar sus estándares en materias de la conciencia. La vida social se convierte rápidamente como él aprende obrar recíprocamente con los hermanos, otros niños, y adultos. Las rabietas del genio continúan, pero disminuyen y deben desaparecer antes de que el niño comience la escuela. En esta edad, el niño tiene mucha curiosidad sobre el ambiente y puede hacer una gran cantidad de preguntas.

El niño comienza a aprender sobre su propia identidad. Él realiza las diferencias entre los varones y las hembras en su aspecto, ropas, comportamiento, y anatomía. El juego y la exploración sexuales son comunes en esta etapa.  

En niños del nacimiento al principio del quinto año, los problemas comunes incluyen dificultades en la alimentación y dormir, así como aferrarse en los padres (ansiedad de la separación), las rabietas del genio, comportamiento del oppositional, y los grados de menor importancia de agresión.

 

NIÑEZ INTERMEDIA

 

Si bien el crecimiento se hace más lento, mejoran la fuerza y las habilidades atléticas. Son comunes las enfermedades respiratorias, pero la salud en términos generales es mejor que en cualquier otro momento del ciclo vital.

 

En el ámbito de lo cognoscitivo disminuye el egocentrismo: los niños empiezan a pensar de manera lógica pero concreta. Por otra parte, aumentan la memoria y las habilidades lingüísticas. Durante este ciclo los niños ingresan al sistema escolar formal. Es durante este periodo, cuando algunos niños muestran fortalezas y necesidades especiales de educación.

 

En el ámbito psicosocial, el autoconcepto se vuelve más complejo, afectando la autoestima. La corregulación, entendida como una etapa de transición en el control de la conducta en la cual los padres ejercen supervisión general y los niños ejercen autorregulación momento a momento, refleja el cambio gradual en el control de los padres al niño. El grupo de pares adquiere una mayor importancia para los niños.

 

Niñez tardía (9 a 11 años)

 

La independencia creciente de la familia y el interés del niño en sus amigos tal vez sean evidentes para esta edad. Las amistades saludables son muy importantes para el desarrollo, pero durante este período la presión de los compañeros puede volverse muy fuerte. Si el niño tiene una imagen positiva de sí mismo, será más capaz de resistir la presión negativa de sus compañeros y de tomar mejores decisiones. Este es un período importante para que los jóvenes adquieran, junto con su creciente independencia, un sentido de responsabilidad. Además, los cambios físicos de la pubertad podrían ser visibles, especialmente en las niñas. Otro cambio importante para el que los niños tienen que prepararse durante este período es el comienzo de la escuela secundaria, otras características  importantes son:

 

 

Las niñas suelen estar hasta dos años más adelantadas que los varones en madurez física.

Las niñas comienzan a menstruar.

La fortaleza física y la destreza manual aumentan.

La coordinación y el tiempo de reacción mejoran.

Como algunos adolescentes comienzan la pubertad durante la niñez media, los niños necesitan tener acceso a información sobre sexualidad y pubertad.

El niño muestra interés en leer novelas (narrativa), revistas y libros con instrucciones para completar proyectos.

Puede desarrollar un interés especial en coleccionar objetos o en pasatiempos.

Tal vez se oriente más hacia proyectos y metas.

Podrían gustarle los juegos con reglas más complejas.

Las cosas tienden a ser extremas: blanco o negro, correcto o incorrecto, maravilloso o espantoso, divertido o aburrido.

 

La Infancia

 

 Es la etapa comprendida entre el nacimiento y los seis o siete años.

Desarrollo físico y motor: El neonato pesa normalmente entre 2.5 a 3 kgs y tiene una estatura promedio de 0.50 m. Tiene una cabeza desproporcionada en relación con su cuerpo y duerme la mayor parte del tiempo. Pero no es un ser completamente pasivo ya que gradualmente va reaccionando a la variedad e intensidad de los estímulos de su nuevo ambiente.

Aparecen los primeros actos reflejos:

Succión del pecho materno

Contracción pupilar.

Reacción ante sonidos fuertes y ante diversos sabores.

Realiza movimientos espontáneos e indiferenciados:

Agita y retuerce su cuerpo

Mueve los brazos y piernas (pedalea)

Reacciones emocionales indiscriminadas de agitación y excitación que acompañan a los movimientos espontáneos y que se producen ante estímulos agradables o desagradables.

En el desarrollo motor observamos lo siguiente:

 

A las 15 semanas: Puede coger un objeto perfectamente.

A las 25 semanas: Se sienta solo.

A las 45 semanas: Gatea

A los 15 meses: Ya camina solo.

A los 2 años: Sube las escaleras solo.

A los 3 años: Corre de una manera más uniforme, puede lavarse y secarse las manos solo, alimentarse con una cuchara sin ensuciar demasiado, ir al baño, responder a instrucciones.

Desarrollo cognoscitivo: Según Piaget, el infante, hasta los 6 o 7 años, pasa por los siguientes periodos de desarrollo de la inteligencia:

1. Periodo de inteligencia senso – motora: El infante se interesa en ejercitar sus órganos sensoriales, sus movimientos y su lenguaje que le van permitiendo el ir afrontando determinados problemas. Así, entre los 5 y 9 meses, el bebé moverá su sonaja para escuchar el ruido.

2. Periodo de la inteligencia concreta:

A. Fase del pensamiento simbólico (2 – 4 años) Aquí el niño lleva a cabo sus primeros tentativos relativamente desorganizados e inciertos de tomar contacto con el mundo nuevo y desconocido de los símbolos. Comienza la adquisición sistemática del lenguaje gracias a la aparición de una función simbólica que se manifiesta también en los juegos imaginativos. Por ejemplo, el niño que le regalaron una pelota grande y de colores que está colocada como un adorno. Sus hermanos salen a jugar (sin llevar la pelota de siempre, sucia y pequeña) y le dicen al niño que traiga la pelota; él llevará la que está de adorno porque para él no hay más pelota que la que le regalaron.

B. Fase del pensamiento intuitivo (4 – 7 años) Se basa en los datos perceptivos. Así dos vasos llenos de la misma cantidad de bolitas, el niño dirá que hay más en el vaso largo. En este periodo el desarrollo del niño va consiguiendo estabilidad poco a poco, esto lo consigue creando una estructura llamada agrupación. El niño comienza a razonar y a realizar operaciones lógicas de modo concreto y sobre cosas manipulables. Encuentra caminos diversos para llegar al mismo punto (sabe armar rompecabezas).

En la infancia se produce el egocentrismo, es decir, todo gira entorno al "yo" del infante y es incapaz de distinguir entre su propio punto de vista y el de los demás. También en este periodo predomina el juego y la fantasía, por lo que el infante gusta de cuentos, fábulas y leyendas. Mediante su exaltada fantasía dota de vida a los objetos y se crea un mundo psicológico especial.

Desarrollo afectivo, sexual y social: Se distinguen tres fases:

Fase oral: El niño nace preparado a conservar la vida mamando, y mientras se nutre tiene las primeras relaciones con los demás, creando de este modo un nexo entre afecto y nutrición y entre necesidad de los otros y actividad oral. El niño llevará – para experimentar y comunicar con los demás: todo a la boca, (siente placer).

La relación oral incluye la comunicación a través del tacto, el olor, la posición del cuerpo, el calor, los nexos visuales, el rostro de la madre, etc.

Esta etapa se supera, pero siempre nos quedan rezagos tales como mascar chicle, fumar, llevar objetos a la boca.

Fase anal: Se denomina así porque el niño ya comienza a controlar sus esfínteres y obtiene un placer reteniendo los movimientos intestinales que estimulaban la mucosa anal.

Hay que tener en cuenta que el efectivo control de la defecación se alcanza sólo luego que ha sido posible el control muscular a través de la maduración de los rasgos nerviosos de la médula espinal. Por tanto una educación prematura a la limpieza lleva a fijar a la persona en el carácter anal; por ejemplo: El avaro. El coleccionar objetos es un rezago de analidad.

Fase elíptica: El infante desarrolla un intenso amor por el progenitor del sexo opuesto. El niño se apega a la madre y la niña al padre.

El niño es posesivo, de aquí que el padre es sentido un intruso y un rival (complejo de edipo). En esta rivalidad frente al padre, el niño teme ser destruido por el padre (complejo de castración). Al mismo tiempo nace una angustia en el niño o por el temor confirmado de poder ser destruido por el padre o por su hostilidad frente a un padre que, pese a todo, lo quiere (sentimiento de culpa). Finalmente el niño descubre que para llegar a poseer a su madre tiene que llegar a ser todo un hombre como su padre (principio de identificación). Aquí es cuando el niño comienza a interiorizar las normas de los padres conformándose el "super yo". Analógicamente se llega a la identificación de la niña con su madre.



 

 

1 comentario:

  1. Notas segundo 20%
    Niñez intermedia:4.0
    Adolescencia: 4.8
    Adultez: 0.0
    Blog: 3.2
    Exposición: 4.6
    Nota final 20%: 3.9

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